De origen italiano y nacido en Marsella, este artista se forma en Montpellier y luego en la Escuela de Bellas Artes de París a partir de 1825 con el barón Antoine-Jean Gros (1771-1835), pintor neoclásico que formó parte del séquito de Napoleón Bonaparte en Italia. El discípulo combina la habilidad que ha adquirido gracias al gran pintor de historia con la gran moda de la litografía romántica y el gusto por los trajes. Los pirenaicos que el artista reunió en Nouvelle suite de Costumes des Pyrénées (Nueva serie de trajes de los Pirineos) (litografías de A. Bry, publicada por Gihaut en París en 1841) se basan en etnotipos dibujados por Lagarrigue, pintor de talento de Tarbes: vendedoras de madera de Barèges, pastores de Grip, carruaje cerca de Tarbes, vendedores de mantequilla de Ossun, etc., están graciosamente retratados en color.
El valle de Ossau es objeto de dos láminas que aparecen en el tomo 1 del manuscrito de Houbigant: parejas agraciadas de Ossau dedicándose a sus ocupaciones. Esto es coherente con las expectativas de lo Pintoresco, “el cuerpo humano siempre será más pintoresco en acción que en reposo” recordaba el reverendo Gilpin en sus Ensayos sobre la belleza pintoresca (1792). La montaña, apenas reconocible salvo como una evanescencia blanca sobre un fondo de color bistre, desempeña el papel de un decorado que, si bien es atenuado, valoriza y proporciona accesorios como un tronco de árbol caído o un camino de tierra estriado por el paso de carruajes para basar o situar a los personajes. Además, Houbigant utilizó la portada del álbum de Ferogio, adornada de un frontispicio con sabor local (página 170), y la introdujo en una parte titulada “Trajes de los habitantes del valle de Ossau, ocupaciones, comida, música”.
Hélène Saule-Sorbé, Catedrática de Artes Plásticas
Universidad Michel de Montaigne – Burdeos 3
Para más información
- Marguerite Gaston, Images romantiques des Pyrénées, Les Amis du Musée pyrénéen, Pau, 1975