Al igual que Delacroix en 1845, este artista parisino (1805-1865), que una trabajosa construcción de decorados había atraído a Aviñón, viajó a los Pirineos en 1841 por razones de salud, aunque más graves - una perineumonía. Una vasta pintura histórica, La naissance de Henri IV, le había robado el protagonismo al Sardanápalo de su eminente homólogo en el Salón de 1827
Llegó a Pau en pleno invierno tras escapar una crecida del Ródano, y en un estado realmente crítico. El verano siguiente, efectuó tratamientos termales en Eaux-Bonnes, cuidado con mucho esmero por el doctor Darralde (hijo). En lo sucesivo, permanecerá en Eaux-Chaudes durante el verano, haciendo desde allí frecuentes incursiones a Eaux-Bonnes. Se asienta en Pau, donde va a residir durante más de veinte años, ejerciendo su arte e impartiendo clases. En aquella época de gloria para los Pirineos, la litografía constituye para él una fuente de ingresos significativa y una manera de difundir las abundantes escenas bearneses u osaleses que tanto le gusta dibujar con tinta de bistre sobre papel con tiza blanca y piedra negra. Publica en Bassy en Pau una selección de seis láminas: Costumes de la vallée d’Ossau, y otros temas de interés regional en Vignancour, como un grupo de cantores osaleses para Chansons et airs populaires du Béarn (1844) de Frédéric Rivarès.
"Llegó a Pau en pleno invierno tras escapar una crecida del Ródano, y en un estado realmente crítico. El verano siguiente, efectuó tratamientos termales en Eaux-Bonnes, cuidado con mucho esmero por el doctor Darralde (hijo)."
Encontramos ejemplares en el manuscrito Houbigant desde la página 172, coloreados por piezas con extraordinarios tonos sutiles. Los atuendos osaleses que visten los habitantes de manera muy elegante, las amplias canastas redondas bien trenzadas en la curva del brazo: vendedoras de hortalizas verdes, cepas, que florecen en julio en la provincia con tal que importantes tormentas la hayan regado, anciana osalesa hilando, el rostro marcado por los años. Insertada entre las páginas 185 et 186 está una lámina muy fina, Halte de la Garde Nationale de la Vallée d’Ossau, sobre la que el autor indicó “Litografía que me regaló Eugène Devéria”.
... el artista va acumulando con su diestro lápiz o su rápido pincel abundantes escenas y personajes ...
Una profunda simpatía parece relacionar al aficionado al arte que es Houbigant y al pintor quien, por su parte, se alegra de conversar con un hombre culto que, además, conoce a su hermano Achille, pintor e ilustrador. La noche del 26 abril de 2841 ocurre el encuentro entre nuestro turista y aquel “gran individuo, de aspecto excéntrico, cubierto de un sombrero de lo más extraordinario que no podía ser otro que un artista”. Con motivo de sus estancias en el valle de Ossau, el artista va acumulando con su diestro lápiz o su rápido pincel abundantes escenas y personajes, como los aragoneses que le ofrece a Houbigant, lo cual le permite dedicarse a los cuadros o pinturas de género en taller en invierno. Los expone a continuación en el Salón anual de Paris (1848, 1859).
El pastor Cadier pronunció el último adiós a este pintor que se había convertido al protestantismo con fervor. Contaba entre sus amigos al pastor Jacques Reclus, en Orthez.
Hélène Saule-Sorbé, profesora universitaria de Artes Plásticas
Universidad Michel de Montaigne - Burdeos 3
Más información
- R. Ancely, La vie Pyrénéenne d’Eugène Devéria, Pau, G. Lescher-Montoué, 1940.
- Eugène Devéria 1805-1865, catalogue d’exposition, 17 décembre 2005-19 mars 2006, Musée national du Château de Pau – Musée des Beaux-Arts de Pau, RMN, Paris, 2005.