Una pasión sin límites por los Pirineos, en particular el valle de Ossau, y todo lo que contienen, desde las rocas hasta las tormentas, desde las plantas más discretas hasta los rebecos pirenaicos.
Es de manera indirecta y post mortem cómo el conde de Bouillé, uno de los pirineístas más entrañables, “conoce” a Houbigant, 29 años mayor que él. Todo les une, más allá del tiempo: la salud frágil de una esposa amada; una pasión sin límites por los Pirineos, en particular el valle de Ossau, y todo lo que contienen, desde las rocas hasta las tormentas, desde las plantas más discretas hasta los rebecos pirenaicos, desde los guías hasta los pastores botánicos y los aragoneses, desde los senderos que suben hasta los paseos horizontales; una curiosidad insaciable y la atención a los demás; el gusto por compartir los tesoros y las emociones traídos de lo alto; la pasión por la historia natural y la práctica del dibujo y la acuarela. Quizás en estos dos últimos ámbitos Bouillé supera a Houbigant, al ser su pincel invencible a la hora de expresar la fisonomía de una montaña o de una flor pirenaica.
Sobre todo, ambos son unos incondicionales de Eaux-Bonnes.
Fue una carta de Bouillé, cuidadosamente insertada entre las páginas 445 y 446, la que confirmó nuestra intuición de que “estos dos” no podían haberse perdido el uno al otro. Se trata de una carta del conde a François Saint-Maur, en la que le dice que busca información sobre la Ramondia pyrenaïca cuya presencia inesperada en el valle de Ossau había señalado Houbigant en su manuscrito.
Habría que recordar que la señora François Saint-Maur era la cuñada de Houbigant, y que el Saint-Maur al que Bouillé escribe es probablemente su sobrino político. Dicha carta se colocó de manera muy oportuna al lado de la Ramondia “recogida por el señor Houbigant en el bosque del pico de Midi d’Ossau, (el) 26 de agosto de 1842”.
Descendiente de una familia francesa muy antigua, Bouillé visita los Pirineos desde 1861 y se instala en Pau en 1865, buscando en el clima y las virtudes de las cercanas aguas minerales un contexto favorable para la frágil salud de su esposa. Como tan espiritualmente lo escribe Beraldi, se apasiona por un pequeño trozo de los Pirineos: “Formen un cuadrilátero uniendo los cuatro puntos de Ger, Gabizos, Balaïtous y el pico de Ossau, y allí el pirineísta está en su casa, en su propiedad, de la que conoce, de la que ama con pasión cada hectómetro cuadrado, de la que hace el parque de sus tres hijas, valientes montañesas que lo acompañan en todas sus excursiones”.
Bibliothèque patrimoniale de Pau, cote 240833
Montañés y científico aficionado, culto y experimentado, se interesa por todo, ya sea geología, fauna, flora, historia local, relatos de caza....
Montañés y científico aficionado, culto y experimentado, se interesa por todo, ya sea geología, fauna, flora, historia local, relatos de caza... (él mismo es un cazador aficionado y un pescador experimentado), leyendas, y toponimia. Expresa su afición por la naturaleza pirenaica escribiendo (obras y artículos), pintando y dibujando (paisajes, escenarios, láminas botánicas), coleccionando (herbarios, fósiles, huevos, pájaros disecados), moldeando o realizando relieves. Todas estas habilidades se complementan a menudo en los relatos ilustrados de sus excursiones que confía a partir de 1872 al Bulletin de la Société Ramond (Boletín de la Sociedad Ramond), y de 1883 a 1889 al Annuaire du CAF (Anuario del Club Alpino Francés).
También es miembro de numerosas sociedades científicas y sus trabajos aparecen en las publicaciones de dichas sociedades: Sociedad Ramond, Sociedad de Ciencias, Letras y Artes de Pau de la que es presidente en 1873, Sociedad de Historia Natural de Toulouse, Sociedad Botánica de Francia, Club Alpino Francés, etc.
En cuanto a los Pirineos, su estilo es muy reconocible con fondos lisos y límpidos en acuarela, cumbres aéreas con líneas acentuadas, estiradas hacia arriba....
Aunque pueda parecer un brillante artista autodidacta, sin embargo, adquirió o perfeccionó una sólida formación en dibujo de observación en Italia con el conde de Chambord, con el que estudia y viaja, dibujando al aire libre en Roma y Venecia y detallando los trajes de las mujeres italianas de varios pueblos. Acuarelista talentoso, también maneja el lápiz y la pluma con mucha facilidad y humor. En cuanto a los Pirineos, su estilo es muy reconocible con fondos lisos y límpidos en acuarela, cumbres aéreas con líneas acentuadas, estiradas hacia arriba, vistas a menudo animadas por las corolas a rayas azules y blancas de las faldas de sus tres hijas rodeadas por sus guías. Trabaja con un lápiz vivo y un pincel ágil al aire libre. Sus estudios rápidos, más o menos acabados, contienen suficientes elementos como para servir de base a dibujos de ilustración cuidadosamente elaborados con una pluma.
Desde el punto de vista del alpinismo, sigue siendo famosa la proeza de escalar el Balaïtous con sus tres hijas, así como sus expediciones en la delicada cumbre del Pallas. Es él quien origina la creación del refugio de Arremoulit, en el corazón de su macizo favorito.
Archives départementales des Pyrénées-Atlantiques, cote 8FI603-605-00062
Entre sus principales publicaciones figuran: Guide des Eaux-Bonnes (Guía de Eaux-Bonnes), Excursions à pied (Excursiones a pie) de Jam (1868), Guide de Pau aux Eaux-Bonnes (Guía de Pau a Eaux-Bonnes) (1869), Guide des Eaux-Bonnes et des Eaux-Chaudes (Guía de Eaux-Bonnes y Eaux-Chaudes) (1883), L’Ours dans les Basses-Pyrénées (El oso en Bajos Pirineos) (1882), Bat-Laetouse et Marmuret (Bat-Laetouse y Marmuret) (1883), Album du Guide Jam (Álbum del guía Jam) (1896). Esta última obra reúne todas las ilustraciones del conde.
Hélène Saule-Sorbé, Catedrática de Artes Plásticas
Universidad Michel de Montaigne – Burdeos 3
Para más información
- Fonds : un bel ensemble d’aquarelles et de dessins à la plume au Musée pyrénéen à Lourdes.
- Hélène Saule-Sorbé, Pyrénées, Voyage par les images, Ed. de Faucompret, Serres-Castet, 1993.
Pyrénées. Album du Guide Jam, reprint E.S.P.E.R., Toulouse 1989. - Les Pyrénées du Conte Roger de Bouillé, présentation d’Hélène Saule-Sorbé et Marcel Saule Éditions du Pin à Crochets, Pau 1999.