Esta pintora parisina figura entre los discípulos que Pierre-Henri de Valenciennes formó en pintura de paisaje. Fiel a sus Consejos, en 1830 viaja a los Pirineos, pinta en Gavarnie como lo demuestra un lienzo conservado en el Museo de Bellas Artes de Angers y en Cauterets, y vive sola durante tres meses en una cabaña de pastores en el corazón del valle de Géret.
Esta artista practica la pintura al óleo al aire libre en pequeños formatos fácilmente transportables.
© Musées d'Angers, Pierre David
Este acontecimiento marca la prensa y la literatura de la época, en particular la Guía Richard y la novela de Mary Summer, Un mariage au Pont d’Espagne (Una boda en el Puente de España), publicado en 1867. El joven Eugène Viollet-le-Duc, que se entera de ello cuando visita los mismos lugares en 1833, tiene una reacción matizada por un cierto desprecio. Al igual que su profesor, esta artista practica la pintura al óleo al aire libre en pequeños formatos fácilmente transportables (cartón rígido) que luego monta en paneles (de cincuenta y cuatro y sesenta y cinco estudios) para mostrarlos en el Salón en 1831; se destaca esta presencia de los Pirineos en la exposición, en particular los paisajes de un formato más ambicioso que representan Gavarnie, sus alrededores, el puerto de Benasque, así como unos sitios de los alrededores de Luchon, una Vue du couvent de Saint-Savin sur la vallée d’Argelès (Vista desde el convento de Saint-Savin al valle de Argelès) conservada en el Museo de Bagnères-de-Bigorre, etc. Su éxito incita a la pintora a que realice una serie de vistas litografiadas reunidas en una selección titulada Vues des Pyrénées (Vistas de los Pirineos), publicada en su totalidad de 1831 a 1833 por Engelmann y Lemercier en París.
Se trata de una pintura sincera, aunque el artista tampoco domina siempre los componentes naturales ..."
Houbigant colocó una de estas litografías, el Pic du Midi (d’Ossau) vu de Bious Artigues (Pico de Midi d’Ossau visto desde Bious Artigues), al lado de la página 461, en la que menciona el pico rodeado de niebla. A falta de descripción, “adjunto” escribe, “la hermosa pequeña litografía que debo a la amabilidad de la señorita Sarazin de Bellemont [sic], quien, tras una conversación con ella en casa de Hersent [pintor de historia y retratista] a quien le contaba mi viaje y sobre todo mi expedición en la frontera tras regresar de los Pirineos, tuvo la bondad de prometerme esta vista que entregó a nuestro amigo común unos días después”.
El estilo del artista, fiel al estudio que preconiza Valenciennes, se orienta más hacia el naturalismo futuro de la escuela de Barbizon, que hacia el paisaje compuesto del que el propio Valenciennes era el portavoz. Se trata de una pintura sincera, aunque el artista tampoco domina siempre los componentes naturales. Por ejemplo, pinta con más alegría los últimos planos que los primeros planos de agua (fija) o de vegetación (sistemática).
Bibliothèque patrimoniale de Pau, referencia 240451
Ocupando un estudio muy bien frecuentado en el barrio de Saint-Germain, su producción está expuesta en el Salón de 1812 a 1868 y recibe el entusiasmo y el apoyo de personalidades como la emperatriz Josefina y la duquesa de Berry. Sarazin de Belmont ejerció sus talentos bajo varias luces, gracias al viajo: Florencia, Roma, Nápoles, los Pirineos, Bretaña, el bosque de Fontainebleau, los alrededores de París, etc.
Algunas vistas de Sarazin de Belmont que ilustran el Diario de Houbigant:
Castel-Géloux, Valle de Ossau
Les Eaux-Bonnes, valle de Ossau
Gruta de Mailly, Garganta de Gabas
Marie en Les Eaux-Bonnes
Joséphine Sarazin de Belmont en PIRENEAS
Hélène Saule-Sorbé, catedrática de artes plásticas
Universidad Michel de Montaigne – Burdeos 3